Post by abby005 on Jun 10, 2011 13:05:19 GMT -5
Pues bien, dado que el foro esta con nuevos animos de volver a la accion, he de colaborar colocando un par de fics en los que he estado trabajando desde hace rato :3
Lamento sin embargo anunciar que mi antiguo fic Op. Viaje esta en hiatus por mi terrible bloqueo mental T.T y pues, luego de revisarlo me di cuenta ademas de q estaba mal escrito y podria mejorarse, asi q si algun dia la inspiracion vuelve, he de rehacer la historia completa...
Mientras esperaba ese milagro, ocurrio este otro fic!
A ver q tal nos va con este xD
----------------------------------------------------------------------------------
MEMORIAS DE UNA CAZADORA
PROLOGO:
EL DESIERTO DE AZUCAR
_Hermosa…_
La blanca luna había ascendido y la escasez de nubes permitía observarla con claridad, aquel pálido circulo iluminando débilmente la inmensidad del desierto, que parecía observarnos.
Y yo, sentada junto con mi compañera a la entrada de nuestra improvisada tienda, calentaba ese momento mis manos acercándolas lo más posible a nuestra pequeña fogata, mientras ella meditaba mirando al cielo (había estado callada todo el día, muy…raro) y acercaba al fuego un malvavisco (era el doceavo ya?) ensartado en un palito.
_que? la luna?_ pregunte, pues no estaba atenta, y la ruptura de su inusual mutismo me había sorprendido. Ella no dijo nada, pero había algo en sus ojos que me inquieto, usualmente ella solía estar de buen humor cuando emprendíamos estas arriesgadas expediciones. Era su forma de vida y la mía, nuestra amistad era bella, nuestras aventuras infinitas, y la recompensa por arriesgar el cuello en cada una de estas aventuras… muy satisfactoria. No había nada que hiciera a un cazador de dulces cambiar su vida por ninguna otra. Estaba segura de ello.
_Abby?_ pregunte vacilante, preocupada por su mirada perdida
No hubo respuesta de su parte
_hey! Abby?_esta vez llame un poco más fuerte
Nada, o estaba demasiado inmersa en sus pensamientos, o se había vuelto sorda.
_oye Abbs, quita tu malvavisco del fuego, se está quemando_ le advertí con calma (calma q realmente no sentía al verla tan distante y extraña), el tono mucho más alto de mi voz y el olor repentino del bocadillo quemado lograron q volviera a la realidad
_waaa! mi malvavisco!_ farfullo sobresaltada al ver lo blanco convertido en negro. Lo saco rápidamente y lo observo con cuidado. Estaba tan carbonizado que era casi imposible que aun hubiera algo comestible en el. Soltó una palabrota. Me reí con disimulo al ver su reaccion.
_maldición!_ rabio nuevamente, volviendo a hacerme reír_ Heiny, porque no me avisaste?_ demando de malas pulgas.
_No me di cuenta a tiempo, Abby, estaba demasiado ocupada tratando de hacerte despertar_ bufe con sorna, de pronto recordé q estaba preocupada por ella_ en que pensabas?_
_ummph, nada importante_ ella suspiro olvidando su enfado y regresando a su tristeza.
Fruncí el ceño, fastidiada. No éramos amigas? No nos contábamos todo? Porque de repente estaba tan cambiada…tan silenciosa? La mire con fijeza, y ella entendió rápido mi seriedad. Después de todo, no necesitábamos hablar para saber lo que la otra quería. Compartíamos un lenguaje silencioso de miradas, perfeccionado por nuestros casi 4 años juntas. Y yo quería saber qué demonios le pasaba el día de hoy.
_realmente, no es nada, en serio_
Era mala mentirosa, al menos, al mentirme a mí.
_a otro perro con ese hueso_ augh, mi voz sonó más dura de lo que quería realmente.
_Heiny por favor… después, ok?_ su suplica me tomo por sorpresa, ella estaba realmente triste. Me di cuenta que no era el momento para hablar del tema.
Minutos de incomodo silencio pasaron antes de que se me ocurriera de que hablar. Era inusual, porque normalmente siempre sabíamos que decirnos.
_quien es hermosa?_ la duda me volvió a picar al recordarlo
_eh? _ pregunto. Nueva cosa rara en ella, normalmente tiene una excelente memoria.
_tu dijiste… que alguien o algo era hermosa, a que te referías?_ por primera vez me vi obligada a recordarle algo.
Aaaah…_ mi (misteriosamente) despistada amiga recordó y sonrió_ pues la imagen_ murmuro suavemente_ el paisaje, ya sabes, bellísimo… también la luna, como dijiste_
Mire donde ella miraba, el horizonte estaba aclarándose, el azul que matizaba el cielo cambiaba de tonos allí donde el cielo y la tierra se unían. Mi experiencia al viajar siempre sin reloj me dijo que eran seguramente las 3 o 4 de la madrugada. La vista era realmente sobrecogedora, la luna llena pasando sobre nosotras con lentitud, la extraña coloración de azules en el cielo infinito y el gigante desierto tan blanco como la luna misma, todo a nuestro alrededor, haciéndonos sentir insignificantes y pequeñas… aun más de lo que éramos a nuestros 8 años de edad!
_por supuesto_ asentí_ no hay nada como esto en el mundo_
Al paisaje, lo sobrecogedor no le quitaba lo bello, sino q lo realzaba. Uno de los principales atributos de un buen cazador era el gusto por el viaje y la aventura, justo después de la pasión por los dulces.
Y por supuesto q ambas amábamos viajar, casi tanto como amábamos los dulces. Amábamos la diversión y la aventura, y la adrenalina q corría por las venas al sentir el peligro, amábamos viajar, conocer no solo nuevos sabores, sino también nuevos aires, nuevas personas y nuevos lugares.
Lugares como este, en el que estábamos justo ahora. Ambas sonreímos al mismo tiempo. Ninguna tenia sueño, ya que habíamos despertado hace poco (el desierto nos había obligado a cambiar nuestros horarios de sueño, a causa de la variación de temperaturas y tonos de luz). Juntas, observamos en silencio a la luna escapar lentamente del amanecer, hasta ver aparecer los primeros despuntes del alba. Lo q nos decía q era hora de que acabara el descanso.
Nuestros camellos, atados a la tienda e indiferentes a todo, rumiaban entre sí perezosamente cuando los obligue a levantarse y con ayuda de Abigail, deshice la tiendita y la empaque en la joroba de mi montura, Azcar. Era su turno d llevarla hoy. Apagamos las brasas que sobraban de nuestra fogatita y guardamos la bolsita de malvaviscos (lo que quedaba de ella)mientras el calor de la mañana se estaba empezando a sentir.
Todo estuvo listo, y ambas subimos a nuestros jorobados compañeros para continuar el viaje que por cansancio habíamos dejado a medias la noche anterior.
_Muy bien, vámonos_ dijo ella arreglándose el turbante (ambas estábamos vestidas al modo árabe, para evitar los estragos del sol) y dandole palmaditas a Azur, su camello.
_ok, debemos llegar al oasis antes del anochecer_ asentí_ pero recuerda que tu todavía me debes una explicación_ le demande rápidamente.
Ella rodo los ojos y sonrió, algo divertida e irritada por mi buena memoria_ combativa hasta el final, cierto Hanrrieta?_
_así es, Abigail, y esto aun no ha terminado_ le replique, juguetona, sonriendo también, pero segura de mis palabras.
Ella suspiro nuevamente, resignada al hecho de que no me rendiría. Bien me conocía.
_tendremos tiempo para eso después_ murmuro seria y luego su rostro cambio bruscamente en una mueca picara y me miro desafiante. _Una carrera Hein?_ reto ferozmente, inclinándose sobre el cuello de Azur en la posición correcta de un motociclista profesional.
Ella estaba cambiando el tema y yo lo sabía, pero era una oferta demasiado tentadora. Yo siempre fui muy competitiva. Me coloque en su misma posición y le sonreí ampliamente por toda respuesta, mientras atizaba mi camello de golpe, tomándola desprevenida.
_oye! No se vale salir antes!_ se apresuro a seguirme, en un impulso tan grande que se puso rápidamente a mi lado.
Ambas cazadoras salimos volando por las montanas de arena blanca, dejando atrás solo una fina estela de polvo flotando sobre el cada vez más caliente aire, mientras el sol asomaba su cara grande y resplandeciente para ser único testigo de cómo, ese día, mi camello fue más rápido que el de mi mejor amiga...
CONTINUARA…
---------------------------------------------------------------------------------
Lamento sin embargo anunciar que mi antiguo fic Op. Viaje esta en hiatus por mi terrible bloqueo mental T.T y pues, luego de revisarlo me di cuenta ademas de q estaba mal escrito y podria mejorarse, asi q si algun dia la inspiracion vuelve, he de rehacer la historia completa...
Mientras esperaba ese milagro, ocurrio este otro fic!
A ver q tal nos va con este xD
----------------------------------------------------------------------------------
MEMORIAS DE UNA CAZADORA
PROLOGO:
EL DESIERTO DE AZUCAR
_Hermosa…_
La blanca luna había ascendido y la escasez de nubes permitía observarla con claridad, aquel pálido circulo iluminando débilmente la inmensidad del desierto, que parecía observarnos.
Y yo, sentada junto con mi compañera a la entrada de nuestra improvisada tienda, calentaba ese momento mis manos acercándolas lo más posible a nuestra pequeña fogata, mientras ella meditaba mirando al cielo (había estado callada todo el día, muy…raro) y acercaba al fuego un malvavisco (era el doceavo ya?) ensartado en un palito.
_que? la luna?_ pregunte, pues no estaba atenta, y la ruptura de su inusual mutismo me había sorprendido. Ella no dijo nada, pero había algo en sus ojos que me inquieto, usualmente ella solía estar de buen humor cuando emprendíamos estas arriesgadas expediciones. Era su forma de vida y la mía, nuestra amistad era bella, nuestras aventuras infinitas, y la recompensa por arriesgar el cuello en cada una de estas aventuras… muy satisfactoria. No había nada que hiciera a un cazador de dulces cambiar su vida por ninguna otra. Estaba segura de ello.
_Abby?_ pregunte vacilante, preocupada por su mirada perdida
No hubo respuesta de su parte
_hey! Abby?_esta vez llame un poco más fuerte
Nada, o estaba demasiado inmersa en sus pensamientos, o se había vuelto sorda.
_oye Abbs, quita tu malvavisco del fuego, se está quemando_ le advertí con calma (calma q realmente no sentía al verla tan distante y extraña), el tono mucho más alto de mi voz y el olor repentino del bocadillo quemado lograron q volviera a la realidad
_waaa! mi malvavisco!_ farfullo sobresaltada al ver lo blanco convertido en negro. Lo saco rápidamente y lo observo con cuidado. Estaba tan carbonizado que era casi imposible que aun hubiera algo comestible en el. Soltó una palabrota. Me reí con disimulo al ver su reaccion.
_maldición!_ rabio nuevamente, volviendo a hacerme reír_ Heiny, porque no me avisaste?_ demando de malas pulgas.
_No me di cuenta a tiempo, Abby, estaba demasiado ocupada tratando de hacerte despertar_ bufe con sorna, de pronto recordé q estaba preocupada por ella_ en que pensabas?_
_ummph, nada importante_ ella suspiro olvidando su enfado y regresando a su tristeza.
Fruncí el ceño, fastidiada. No éramos amigas? No nos contábamos todo? Porque de repente estaba tan cambiada…tan silenciosa? La mire con fijeza, y ella entendió rápido mi seriedad. Después de todo, no necesitábamos hablar para saber lo que la otra quería. Compartíamos un lenguaje silencioso de miradas, perfeccionado por nuestros casi 4 años juntas. Y yo quería saber qué demonios le pasaba el día de hoy.
_realmente, no es nada, en serio_
Era mala mentirosa, al menos, al mentirme a mí.
_a otro perro con ese hueso_ augh, mi voz sonó más dura de lo que quería realmente.
_Heiny por favor… después, ok?_ su suplica me tomo por sorpresa, ella estaba realmente triste. Me di cuenta que no era el momento para hablar del tema.
Minutos de incomodo silencio pasaron antes de que se me ocurriera de que hablar. Era inusual, porque normalmente siempre sabíamos que decirnos.
_quien es hermosa?_ la duda me volvió a picar al recordarlo
_eh? _ pregunto. Nueva cosa rara en ella, normalmente tiene una excelente memoria.
_tu dijiste… que alguien o algo era hermosa, a que te referías?_ por primera vez me vi obligada a recordarle algo.
Aaaah…_ mi (misteriosamente) despistada amiga recordó y sonrió_ pues la imagen_ murmuro suavemente_ el paisaje, ya sabes, bellísimo… también la luna, como dijiste_
Mire donde ella miraba, el horizonte estaba aclarándose, el azul que matizaba el cielo cambiaba de tonos allí donde el cielo y la tierra se unían. Mi experiencia al viajar siempre sin reloj me dijo que eran seguramente las 3 o 4 de la madrugada. La vista era realmente sobrecogedora, la luna llena pasando sobre nosotras con lentitud, la extraña coloración de azules en el cielo infinito y el gigante desierto tan blanco como la luna misma, todo a nuestro alrededor, haciéndonos sentir insignificantes y pequeñas… aun más de lo que éramos a nuestros 8 años de edad!
_por supuesto_ asentí_ no hay nada como esto en el mundo_
Al paisaje, lo sobrecogedor no le quitaba lo bello, sino q lo realzaba. Uno de los principales atributos de un buen cazador era el gusto por el viaje y la aventura, justo después de la pasión por los dulces.
Y por supuesto q ambas amábamos viajar, casi tanto como amábamos los dulces. Amábamos la diversión y la aventura, y la adrenalina q corría por las venas al sentir el peligro, amábamos viajar, conocer no solo nuevos sabores, sino también nuevos aires, nuevas personas y nuevos lugares.
Lugares como este, en el que estábamos justo ahora. Ambas sonreímos al mismo tiempo. Ninguna tenia sueño, ya que habíamos despertado hace poco (el desierto nos había obligado a cambiar nuestros horarios de sueño, a causa de la variación de temperaturas y tonos de luz). Juntas, observamos en silencio a la luna escapar lentamente del amanecer, hasta ver aparecer los primeros despuntes del alba. Lo q nos decía q era hora de que acabara el descanso.
Nuestros camellos, atados a la tienda e indiferentes a todo, rumiaban entre sí perezosamente cuando los obligue a levantarse y con ayuda de Abigail, deshice la tiendita y la empaque en la joroba de mi montura, Azcar. Era su turno d llevarla hoy. Apagamos las brasas que sobraban de nuestra fogatita y guardamos la bolsita de malvaviscos (lo que quedaba de ella)mientras el calor de la mañana se estaba empezando a sentir.
Todo estuvo listo, y ambas subimos a nuestros jorobados compañeros para continuar el viaje que por cansancio habíamos dejado a medias la noche anterior.
_Muy bien, vámonos_ dijo ella arreglándose el turbante (ambas estábamos vestidas al modo árabe, para evitar los estragos del sol) y dandole palmaditas a Azur, su camello.
_ok, debemos llegar al oasis antes del anochecer_ asentí_ pero recuerda que tu todavía me debes una explicación_ le demande rápidamente.
Ella rodo los ojos y sonrió, algo divertida e irritada por mi buena memoria_ combativa hasta el final, cierto Hanrrieta?_
_así es, Abigail, y esto aun no ha terminado_ le replique, juguetona, sonriendo también, pero segura de mis palabras.
Ella suspiro nuevamente, resignada al hecho de que no me rendiría. Bien me conocía.
_tendremos tiempo para eso después_ murmuro seria y luego su rostro cambio bruscamente en una mueca picara y me miro desafiante. _Una carrera Hein?_ reto ferozmente, inclinándose sobre el cuello de Azur en la posición correcta de un motociclista profesional.
Ella estaba cambiando el tema y yo lo sabía, pero era una oferta demasiado tentadora. Yo siempre fui muy competitiva. Me coloque en su misma posición y le sonreí ampliamente por toda respuesta, mientras atizaba mi camello de golpe, tomándola desprevenida.
_oye! No se vale salir antes!_ se apresuro a seguirme, en un impulso tan grande que se puso rápidamente a mi lado.
Ambas cazadoras salimos volando por las montanas de arena blanca, dejando atrás solo una fina estela de polvo flotando sobre el cada vez más caliente aire, mientras el sol asomaba su cara grande y resplandeciente para ser único testigo de cómo, ese día, mi camello fue más rápido que el de mi mejor amiga...
CONTINUARA…
---------------------------------------------------------------------------------